Es un procedimiento sencillo que no daña los dientes siempre y cuando sea realizado con responsabilidad por un profesional del área de la salud. Ningún blanqueamiento dental provoca abrasión o desgaste en los dientes, ni los debilita. El diente puede reducir varios tonos dentro del mismo color de la pieza dentaria y cada paciente reacciona de manera individual. El blanqueamiento o aclaramiento dental no tiene efecto sobre ningún tipo de restauración (fundas, amalgamas, etc). El paciente posteriormente decidirá el recambio de esas restauraciones.